En Valencia, al comenzar el més de julio de 1915, tuvo lugar un extraño acontecimiento local. En el edificio situado en la plaza del Esparto número 7, actual 5, desde el entresuelo de la izquierda, sonaban de vez en cuando unos golpes, sin que se supiera que los daba ni de dónde procedían por lo que inmediatamente se calificaron como misteriosos. Los golpes tenían cierta intensidad, llegando a oírse en la mencionada plaza y aún en las calles próximas, hecho que ocasionó que muchos ciudadanos acudieran a oir este fenómeno y se convirtieran en morbosos testigos directos. Hasta los ciegos oracioneros y los artistas que ivan recorriendo las calles del Barrio del Carmen con los organillos de manubrio vendían unos pliegos con coplas sobre La Casa de los Ruidos Misteriosos. La canción había sido escrita, en adaptación al metro y a la música de un cuplé titulado La Castañera, que la cupletista Carmen Flores había puesto de moda.
La verdad es que la gente no tardó en aprenderse de memoria aquelllos versos para cantarlos en la citada plaza y sus alrededores (por humor, o para quitarse el miedo?, ambas opciones son aceptables). A todo esto previo requerimiento, los arquitectos municipales y provinciales, hubieron de tomar cartas en el asunto. Practicaron catas en el entresuelo y establecieron una conexión telefónica con la casa número 43 de la calle de Caballeros, sin que obtuvieran un resultado esclarecedor. Hasta guardias municipales se encargaron de vigilar el edificio y las casas colindantes. El público decía que la casa de los ruidos, perteneciente a una testamentaría, había sido adquirida a bajo precio. Otro pretendiente comprador, mediante aquellos golpes, procuraba vengarse haciendo que los inquilinos abandonaran la mansión.
Sea como fuera el caso es que los golpes tuvieron una gran repercusión mediática y al cabo de unos días cesaron. todo lo sucedido dio pie a que el semanario El Guante Blanco, publicara el seis de julio de aquel año un número extraordinrio dedicado íntegramente a la que alguien había bautizado como La casa de Tócame Roque.
Al paso de dos décadas se volvieron a reproducir los comentarios sobre esta casa que decían estaba encantada. Entonces, diversos medios de comunicación (entre ellos el programa cuarto milenio) se hicieron eco de lo que dijeron algunos vecinos que, por las noches sobretodo habían escuchado golpes y otros ruidos que actualizaban la leyenda misteriosa de la Casa de los ruidos. Esperaremos nuevos acontecimientos de esta casa sorprendente, pero antes la visitaremos en uno de nuestros recorridos...
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